Biblioteca Reína Sofía
La profunda crisis del sector de la construcción en el país hizo que se detuviera la construcción de la biblioteca en 2011, que duró un total de ocho años. En ese momento, la fachada sólo estaba parcialmente montada: el nuevo edificio, diseñado como una joya, se presentaba en un estado lamentable e inacabado. Pero lo que duró mucho tiempo finalmente resultó ser algo bueno: la obra se completó con fuerza y energía y el notable edificio fue llevado a su destino.
La terracota engobada en formas curvas simboliza el lomo de un libro y ya dice algo sobre el contenido de la fachada exterior. Los colores, las formas y las superficies se desarrollaron especialmente para este fin. El hecho de que el largo periodo de almacenamiento del material prefabricado no haya afectado a su calidad, resplandor y expresividad habla por sí mismo y demuestra una vez más el valor duradero y la longevidad de este material natural.