Ambassador House

Tras desmantelar el edificio hasta su estructura ósea, la construcción de los años ochenta se actualizó, tanto en términos de tecnología como de eficiencia energética. Se ha conservado su carácter objetual y cúbico, pero su nuevo aspecto ha traído al presente este testigo posmoderno del pasado. Los colores y materiales recuerdan al edificio anterior: el vidrio y la cerámica verde oliva dispuestos en franjas horizontales crean una estructura de fachada coherente, alegrada con el blanco de contraste en las esquinas del edificio y en los marcos de ventanas y puertas. Los paneles de terracota oscura están sutilmente perfilados y acristalados, creando atractivos reflejos de luz en las superficies exteriores. La zona de la entrada, incluidas las letras, se resaltó con baguettes TERRART® del mismo color.